domingo, 18 de septiembre de 2022

Llega octubre

Suelo escribir un post cuando se acerca octubre. La fecha siempre me provoca emociones; imagino que es por el cambio de estación, el cambio de mes, el fin de las vacaciones y vuelta a la rutina del curso. 

Es como si, de alguna manera, la vida se dividiera en dos grande ciclos, el verano y un largo invierno que incluye la primavera y el otoño también. Quizá es mi percepción solamente.

Viene el cambio de hora y ello trae la noche más temprana, el frío, las lluvias - si hay suerte- la gente metida en casa con sus chimeneas, las mantas y el café caliente, los deberes, Halloween, las navidades, el carnaval y la semana santa después.

Luego vuelve el cambio de hora y apagar las chimeneas, los primeros helados y colgar las batas detrás de la puerta, la gente vuelve a las calles y sale el sol, otro encanto diferente.

Pero ahora, ahora llegan las nuevas colecciones con su primer fascículo a precio casi de regalo, los primeros anuncios de juguetes, las mangas largas por la mañana que ya refresca, las legañas pegadas de los niños que van a trancas y barrancas al colegio medio dormidos porque se han tirado el verano acostándose a las tantas y el cambio de horario cuesta. 

Llegan los escaparates de las papelerías y las estanterías llenas de los hipermercados de materiales escolares.

Y llega la rutina que tanto bienestar aporta a los que no nos gusta improvisar sino tenerlo todo controlado. Y la temporada de ir al campo y olvidarse de la playa y la piscina y guardar el santo ventilador que nos ha salvado el verano y el deseo de que nieve y ponerse la bufandas y los guantes y el gorro y que se te hielen las orejas por los grados bajo cero.

Y llega, como decía, octubre; pero este año un poco diferente porque sigue siendo mi cumpleaños, pero cambio de década, de decena, de terminación, en fin como se quiera contar y al día que estoy escribiendo solo quedan dos semanas y aunque llevo todo el año haciendo el cuerpo y diciendome que los próximos son tal, ahora que llegan, no quiero sentirme mayor porque te llaman señora y tengo la edad de haber sido madre muchas veces pero visto y vivo y me siento como si aún no hubiera pasado la veintena.

Total, que no sé si habré vivido ya la mitad de mi vida o me quedará menos o más, pero no quiero pasar por aquí sin que se olvide mi presencia, os deseo lo mismo. Feliz octubre.