lunes, 9 de noviembre de 2020

La memoria de los peces

¿Has escuchado alguna vez que la memoria de los peces es pequeña, insignificante, ínfima del todo?

Estuve investigando y la creencia popular es de que dura unos treinta segundos, sin embargo algunos estudios revelaban que podía durar hasta unos doce días; ¿la verdad? Vaya chasco.

En la casa tenemos varios  acuarios, pero no soy yo quien se hace cargo de este menester, es decir, sé lo justito y en lenguaje de andar por casa, peces de agua fría, peces de agua caliente, peces de agua salada (que me perdonen los expertos por mi bajo nivel de conocimiento).

Siempre había escuchado que hay que tener cuidado con la cantidad de comida que se les echa en el acuario porque comen hasta que revientan y yo había dado por supuesto que era porque no recordaban haber comido antes, que lo de la memoria de pez duraba unos pocos segundos y afectaba entre otras cosas a este tipo de comportamiento.

Si lo piensas es bastante triste, recuerdo haber visto una película una vez donde un personaje había tenido un accidente o algún tipo de problema médico que hacía que la memoria solo le durara unos pocos segundos o minutos si acaso; el caso es que adoraba ver anuncios, era lo único que duraba tan poco que podía seguir el hilo sin perderse. Se me quedó grabado, no sé a santo de qué lo recuerdo.

Lo cierto es que en la vida suceden tantas cosas, buenas, malas, regulares, que algunas querríamos recordarlas claramente para siempre y otras sería mejor olvidarlas como si nunca hubieran sucedido.

¿No os habéis planteado nunca le hecho de poder borrar recuerdos? Sí pudieran hacernos hipnosis o alguna otra terapia y hacer desaparecer recuerdos o incluso toda la memoria?

¿Valdría la pena dejar de recordar sucesos malos y tener paz en ese sentido a cambio de perder también todos los buenos?

Me hace pensar que no sería capaz y que por muy mal que me encuentre o deprimida que me sienta o desgraciada si llega el caso, no hay nada tan malo que quiera hacerme deshacer de todas las cosas buenas, de todos los preciosos momentos vividos, de las risas, del cariño, de la felicidad que he sentido en tantas ocasiones.

Quizá la vida no es especialmente fácil y no siempre parece feliz o buena, pero creo que cada día hay algo bueno que valorar y que hace que haya valido la pena vivirlo.