jueves, 19 de mayo de 2016

La avaricia rompió el saco

"La avaricia rompió el saco", ¿No habéis escuchado nunca este dicho? 
Pues esto es lo que suele pasar a muchas personas, que quieren tantas cosas materiales o tan caras que de repente se pueden ver sin nada.
Esos momentos tienen que ser difíciles cuando ocurren, por suerte no he tenido que comprobarlo, aunque sé de una historia que creo que viene bien para explicarlo:

Era un joven que nació en una familia humilde de la época, su padre era un obrero como otros muchos, siempre luchó y dio los consejos más acertados, según su pensamiento, a su hijo. La madre era una sencilla mujer que se ocupaba de los quehaceres del hogar.

El joven fue creciendo a la sombra de su padre y un día el reloj se le paró a este último y tuvo que ocuparse, el ya no tan joven hijo, de las cosas del anciano padre.
Entre las muchas tareas que le dejó, fue la de seguir adelante con las viñas que había adquirido de la nada.
Aquel hijo, de repente se vio dueño y señor de un patrimonio que jamás había soñado. Se encargó de él como aprendió en su camino hacia la madurez y un buen día aconsejado por su mujer e hijos decidió que no podía continuar con la viña y se aventuró a venderla.

Pasaron muchos clientes a ver las posibilidades que ofrecía la vid, ofreciéndole, al ya abuelo, una suma importante de dinero, aunque el nunca lo vio así.
Un día, cuando decidió organizarlo todo, se topó con la cruel realidad, de repente aparecieron como de la nada los verdaderos dueños de sus preciadas viñas y al abuelo no le quedó mas remedio que resignarse a ver como su bien más preciado se le escapó de las manos.

Y esto es un ejemplo de lo que nos puede llegar a ocurrir si no le damos el valor necesario a lo que tenemos porque muchas veces no lo vemos hasta que lo perdemos, aunque yo pienso que ¿para qué queremos tantas cosas materiales si en el otro barrio no las podemos tener? Más nos vale vivir los momentos que es lo único que nos podemos llevar ¿no?.

4 comentarios:

  1. Muy interesante. Mi pá hace años era un coleccionista y materialista donde los haya y se pasaba más trabajando que respirando. Un día decidió venderlo todo y quedarse con lo mínimo, dejar de trabajar tanto y solo hacerlo para cubrir los gastos ya que encontró la felicidad en pequeñas cosas de la vida.

    Un día incluso lo dejó todo para irse a vivir con má a la otra punta del país y es la mejor decisión que ha tomado en su vida o eso es lo que me cuenta.

    Como bien dices, una vez en la tumba de que sirven las cosas materiales?

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  2. Yo cada vez lo tengo más claro, he decidido que no quiero acumular nada solo por tenerlo. Desde hace un tiempo cuando me regalan algo, por ejemplo quiero que sea para usar de verdad no para tenerlo ahí muerto de risa. Un abrazo para ti y para tus pas

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  3. Pues si,la avaricia rompe el saco y tiene que ser horrible pasar el mal trago después pero es lo que se obtiene cuando te vuelves muy ambicioso

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    1. Si, está bien luchar por lo que uno quiere pero con medida, como en todo, un saludo

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