lunes, 22 de agosto de 2016

Venta por teléfono

Hay muchos trabajos que siempre he pensado que no querría hacer y uno de ellos es trabajar en una aseguradora vendiendo -o intentando vender- seguros.

Y sin embargo aquí estoy, respondí a un anuncio que no especificaba ser este tipo de trabajo pero cuando me lo explicaron decidí probar, total, tampoco es que hubiera nada que perder por ir y verlo.

Pasé el periodo de formación y llegó el primer día de trabajo, en total éramos seis los nuevos trabajadores y allí nos sentaron, inexpertos, nerviosos y sin saber muy bien qué decir exactamente por mucho que hubiéramos dado unas lecciones de técnicas de venta y hubiéramos estudiado los productos a vender, aquello me daba terror.


Aprender a usar el programa de ordenador, las llamadas, presupuestos, no meter la pata en las coberturas explicadas o lo precios, hacer buenos tiempos de trabajo, de retención de llamadas, no quemar demasiados registros para nada y sobretodo intentar que las personas a quienes llamamos nos atiendan.


Pasados algunos días empecé a poder comer en casa antes de ir a trabajar -la primera semana fue inútil, por mi garganta no pasaba prácticamente nada- y ya no iba con ese terror inexplicable que me embargaba y que tan pocos compañeros compartían conmigo. Desde que empecé he adelgazado como cuatro kilos.


Es curioso porque al principio te ves hablando mecánicamente y con el discurso leído o casi aprendido de memoria y según van pasando las llamadas empiezas a sonreír y mostrar más naturalidad, dejas de temblar cada vez que oyes la voz de un posible cliente y entre llamada y llamada eres capaz de reírte y de comentar con los compañeros.


Seguramente lo mejor viene después del primer mes, cuando ya conoces a todas las compañeras y si tienes la suerte de ir cambiándote de sitio y poder hablar con todas, escuchar y aprender de cada una es mucho mejor y aunque somos de costumbre y la comodidad es lo que pesa muchas veces, yo he agradecido estar cerca de la mayoría de ellas.

Con el tiempo coges soltura en hablar con la gente, te va saliendo la vena más comercial y personalmente a veces la más humana, lo que no casa demasiado bien con la primera.


Me he dado cuenta de que no me disgusta lo de hablar por teléfono, pero quizá no tanto para el telemarketing como por el contacto, aunque sea telefónico, con la gente. Tendré que buscar trabajo en esas líneas de ayuda a los mayores o en el teléfono de la esperanza jaja.

He hablado con personas absolutamente estúpidas, groseras, secas, maleducadas y la mar de desagradables, es cierto, me han dicho improperios que ni voy a reproducir y sé de muchas faltas de respeto que han tenido con mis compañeras que merecerían poner un piiiiiiiii de censura al contarlos.

Afortunadamente luego están los otros, los caballeros de una edad que te dicen que da gusto hablar contigo, que gracias por ser tan agradable y educada, que ha sido un placer, las señoras viudas que te cuentan, agradecidas de que alguien les escuche, los doscientos achaques y desgracias vividas y las señoras de mediana edad aburridas de estar casadas con un marido gruñón y atender a varios hijos y que simpáticamente te recomiendan que nunca te cases, los jóvenes que empatizan contigo y te escuchan interesados en informarse y los más previsores sean de la edad y sexo que sean, que buscan lo mejor cueste lo que cueste.


En fin, es genial todo lo que aprendes sobre el tema, pero sobretodo de la gente, lo mejor son las risas y las complicidades que llegas a tener con las compañeras, las charlas en el rato del descanso y el día a día en el trabajo. Honestamente, no pensé que pudiera llevarme tan fácil y rápidamente amigas.

5 comentarios:

  1. ¡Uy! Yo no podría. Odio el teléfono, no por el hecho de recibir sopapos en forma de palabras ya que trabajar de "cara al público" siempre te los llevas por desgracia, es más el hablar por este dichoso aparato, no sé me siento tan incómod@... Me alegra que estés tan contenta y que te vaya tan bien :)

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  2. Ohhh vaya al cojincito no le gusta hablar por teléfono, por cierto y tus orejitas donde están? ;)

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    1. No necesito orejitas, me comunico mediante el relleno. Sería muy difícil entender para las mentes humanas... Déjate de tanto hablar por teléfono y acaba con el relato o te envío un zombi a casa :)

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    2. Jaja estoy en ello, me cuesta horrores encontrar tiempo. Me estoy levantando a las 6 para estudiar y luego tengo las clases, currar y llego sobre las 10 de la noche a casa, en menos de 2 semanas tengo los exámenes, encuentrame tú tiempo en el día :(

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  3. Eyyy muchísimas gracias, bienvenida a nuestro pequeño refugio :) gracias por ser parte de nuestros amigos. Espero que te guste mucho. Me paso por el tuyo y te sigo. Un saludo

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