lunes, 14 de marzo de 2016

Gomaespuma. Un año

Después de todo, parece, que nunca has sabido quien soy. Has tenido la costumbre y tendencia de tomarte a mal casi todas mis acciones y palabras, como si yo te fuera totalmente extraña. Yo siempre he creído que me conocías, que me sabías bastante a la perfección, que te había contado demasiado y más... que había confiado tanto en ti que me leías como a un libro abierto. Resulta que no.

No es cierto que me de igual lo que te pase, no es cierto que no me importes, no es cierto que me arrepienta de conocerte y de hablarte. No me arrepiento de haberte mandado ese vídeo y sí que fuiste mi lluvia de colores...

Estaba tan enfadada, tan dolida, tan triste, tan anonadada... no podía creer que me hubieras mandado a la mierda cuando nos lo habíamos prometido todo, pero después de haber quedado más o menos en paz y deseándonos lo mejor, no pude creer que me borraras para siempre y me reboté, saqué la rabia que apenas saco y que nunca haba tenido contigo y te dije cuanto me salió y más que te hubiera dicho en ese momento.

Creo que seguimos siendo las mismas, a pesar de todo, a pesar de que no lo crees tú y por eso ya no existe el hilo. No lo creo. Me dijiste: "se da un hilo a una chica como tú".
Es transparente -aunque tú lo pusiste color- y muy largo, tan extensible que aún no se rompe, estás ahí, una vez que lo pones es para siempre y me importa una mierda que creas que no somos las mismas y por eso no tiene sentido tu promesa. 
Que triste, para mí sí o ni siquiera la promesa, estoy aquí  y estaré porque me une a ti algo que no recuerdas pero que está y por eso nos quisimos tanto y con esa intensidad y tan rápidamente.

Entiende que dijera que eras una tormenta negra. Desde que no estás no llueve con colores, es de lógica aplastante que te siento casi negra y es lo que ahora eclipsa todo de ti, no quieres estar en mi vida, no eres de color.
Y que me arrepienta de haberte conocido... es una reacción muy normal, sinceramente, teniendo en cuenta el cabreo que tenía y sintiendo que me habías fallado, me habías hecho creerte, confiar en ti, tenerte fe y me abandonabas. Pensé que me arrepentía porque ninguna amiga me había hecho tanto daño después de prometerme mil veces que no lo harías.

Todo el mundo dice que no te hable más, que te olvide, que no vales la pena, que peor para ti si no me quieres en tu vida... -¿por qué no me quieres en tu vida?- tú no eres así, no dejas las cosas a medias, no abandonas, no puedes negarme la oportunidad de hablar en persona, como adultas y decirme todo mirándome a los ojos y sin pestañear.

Lo que me pone triste y me parece increíble es que ya no vayamos a hacer todas esas cosas que hablamos y que solo te haya visto en una visita a Madrid, no me entra en la cabeza.

Iba a regalarte los libros que me gustan y que no habías leído, íbamos a terminar esa novela que empezamos juntas y a publicar nuestro libro, ibas a venir a vernos al sur y prepararíamos brownies y más postres juntas, cuando viviéramos en Madrid ibas a ser nuestra okupa, nos veríamos al menos dos veces a la semana y te quedarías a dormir en el sofá o en el cuarto de invitados después de haber estado hablando hasta las tantas, íbamos a decirnos buenos días siempre.

Cuando empecé a escribir esta carta no me creía que no fueras a volver, que ya hubiéramos hecho todo, que ya no haya nada mas, simplemente nada.

Que no, que no, que no, es que no me lo creo, por mas que me digan que lo supere ya, que te olvide ya, que no vales la pena, que le den a quien no me quiera en su vida... yo no lo aguanto, me altera la ansiedad, me crucifica contra la pared, me va envenenando por dentro.

Confié en ti cuando tanto me costaba hacerlo en la gente, estabas ahí, era por algo, busca a ver si lo encuentras, a ver si encuentras los "te quiero" y las ganas de abrazos, los "te echo de menos", los "eres fantástica", los "eres una de las personas más importantes de mi vida", los "no me voy a ir y no te voy a hacer daño", los "me has hecho llorar", "te adoro" y "eres increíble", el "roquita de gomaespuma".

                                                            ....................................

De la madrugada del 2 al 3 de febrero hizo un año que nos conocemos. He cambiado de forma de pensar desde el principio de la carta hasta este instante.

Lo que dijiste la última vez en la red social sé que era para mí y sinceramente lo que yo puedo decir ahora es que "touche" me rindo, se ha acabado, me duele lo que has dicho y tus palabras han establecido para mí un antes y un después. "Me has hecho dejar de confiar en la gente".
No sé qué es lo que tanto me afecta de ahí, será sentir que me echas toda la culpa, será hacerme sentir que yo soy la mala de todo.
Ya da igual, tú me echaste de tu vida a mí y yo siento que siempre me porté bien contigo, si no lo hice alguna vez, pues solo me queda decir que lo siento.

Que te vaya todo como desees y que antes o después encuentres lo que estés buscando.

2 comentarios:

  1. Tus palabras irradian dolor, incomprensión, decepción... y a su vez cariño y admiración.
    Es precioso, me gusta ese vaciado de sentimientos, aunque espero que solo sea un relato ficticio, de dolor ajeno, y no tu alma la que se ha desnudado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Mi querida amiga, no sé si cuando llegaste a este blog viste algún relato anterior. Gomaespuma es una especie de relato en forma epistolar, una serie de cartas que la protagonista escribe a otra persona. Si te apetece te invito a leerlas desde el principio, quizá así tomes la historia desde que comienza. En cuanto a si es o no ficticio... quien lo sabe, la ficción está basada en la realidad y la realidad tiene mucho de mentiras, así que...
    Gracias por pasarte siempre por aquí, un abrazo

    ResponderEliminar