lunes, 27 de noviembre de 2017

Ecce homo

Hace unos meses fui a visitar a una profesora que me dio clase en la adolescencia y estuvimos un rato con ella en mi instituto viendo, entre otras cosas, algunas de las orlas de antiguos alumnos con quienes yo había estudiado.

Hablamos de esto y de aquello, de como nos iba la vida, que si sus clases, las mías, como eran los alumnos ahora, las preferencias a la hora de estudiar y entonces fue cuando me dijo algo que me dolió en el alma, las humanidades están desapareciendo de los institutos.


Más bien me dijo que este curso no habían podido formar una clase de alumnos que hubieran elegido esa opción para el bachillerato y que ya ni quedaban profesores en el centro que las impartieran.


Me parece totalmente desalentador, pero si lo piensas dos veces, bastante lógico. Las carreras con más salida profesional no son precisamente de letras y menos aún letras puras.

Vivimos en un mundo de continuo cambio y evolución y lo que tiene enganche son cosas relacionadas con la economía y las tecnologías en todas sus ramas posibles.

Es algo que me entristece y por eso lo escribo, quizá le interese a poca gente o a ninguna o tal vez bastantes personas se sientan muy sorprendidas como yo y les parezca tan horrible como a mí que la humanidad solo mire al futuro, preocupándose a donde va y desechando totalmente la preocupación de donde venimos.


¿Pero qué sería de nosotros sin la filosofía, la literatura, la historia, las lenguas muertas, la historia del arte? 

Nadie ve la importancia de conocer los errores y aciertos del pasado en la historia, la forma de pensar y darle vueltas a cada idea de la vida con la filosofía, de donde viene nuestra propia lengua y los primeros alfabetos que acabaron dando este con el que ahora mismo escribo, las grandes obras de todos los tiempos que nos relatan las dudas e inquietudes y los anhelos de las pasadas épocas y que, al fin y al cabo, no son tan distintos de los nuestros.


Pero ya no interesa desarrollar una mejor comprensión y expresión oral y escrita si nos comemos las letras en los mensajes, ni aprender a entender mejor otras culturas si cada vez somos más racistas, ni el comportamiento de nuestros antepasados y su cultura si ya no están en tiempo presente, ni todo el arte que tenemos en los museos, iglesias o edificios porque son un rollo.

A mí me parece que todo eso es cultura, historia, arte, pensamiento, enriquecimiento personal y creación humana a borbotones. No podemos desarrollarnos si no sabemos como empezar.

Un cocinero no podría hacer platos modernos sin saber de la cocina tradicional, un arquitecto no podría diseñar sin saber de construcciones primitivas, un buen escritor no podría serlo sin haber leído cientos de otras de todos los géneros... si lo pensamos, con todo pasa igual.

Evidentemente yo estudié el bachillerato de humanidades y lo haría de nuevo si volviera hacia atrás, el latín y el griego clásico me han enseñado mucho sobre nuestra cultura y nuestra forma de escribir, incluso en la carrera que estudio aparecen muchísimos término en latín y confieso que me encanta.
Sobre haber estudiado historia del arte, sencillamente no tengo palabras, nunca antes había mirado con tanta intensidad monumentos y demás obras que se pueden encontrar por la calle, eso sin contar con museos y exposiciones que, si puedo, no me pierdo.

Cada día ponemos en práctica las humanidades y ni nos damos cuenta y expresiones tan contidianas como a priori, curriculum vitae, déficit, opera prima o in albis tienen muchos, pero que muchos años. No dejemos que la humanidad, en general se pierda del todo.

6 comentarios:

  1. Buenas noches Sara. Me gustan las reflexiones, así que no he querido perderme tu invitación.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque discrepo en una cosa, creo que la humanidad no sabe hacia donde va,símplemente va. En parte ya casi somos máquinas porque vamos siempre con el "piloto automático" y pocas veces se hacen las cosas reflexionando y conscientemente.
    Me alegra ver que hay muchos a quienes también les gustan las reflexiones. Pásate por mi blog si quieres y encontrarás alguna (anapalaciosv.es)
    Por cierto yo también hice derecho "in illo témpore".
    Un cariñoso saludo.

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    1. Quizá sea como dices, Ana, simplemente vamos como pollos sin cabeza. me paso por tu blog :) y encantada de verte por aquí. Un saludo

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  2. Yo soy de letras mixtas, no di ni griego (era optativa), ni historia del arte porque elegí matemáticas. Entiendo tu postura y me da cierta pena y conozco a filólogos que son grandísimos en lo suyo pero no pueden ejercer por lo que dices y se tienen que buscar el pan en otras cosas. Aunque también entiendo a los chavales que optan por otras temáticas que les puedan servir en el futuro, no sólo por futuras salidas laborales sino en su día a día o que, simplemente, no se les da bien los idiomas y te lo dice un tipo que en aquellos días, además de aprender mi idioma y la historia del mismo en lenguaje y literatura, tenía inglés, latín y dió 3 años de francés en la escuela, aprender griego era ya excesivo... e historia del arte la iba a dar una profesora qe te hacía estudiar más que en el resto de materias juntas y por otro lado veía mejor las matemáticas a medio-largo plazo en mi educación y porque no se me daban mal...
    Poner y expresar ambos lados de la balanza no es decantarte por uno,también soy docente y no quiero que Humanidades desaparezca, todo lo contrario, creo que se debería inculcar una serie de valores a los alumnos para que se sintiesen cercanos a ese tipo de asignaturas y a su vez no fuese una imposición. De lo que si nos damos cada vez más cuenta es que las nuevas generaciones escriben peor, no se saben expresar y tienen faltas de ortografía en 3 de cada 4 palabras, asi que espero que el no elegir letras no sea sinónimo de perder cultua al no saber enfocarla hacia otros lugares.

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    1. ¿Y no te parece absolutamente desesperante corregir deberes o exámenes? Ufff a mí es que no me entra en la cabeza, tan listos que son todos, tan bien que manejan móviles y tablets y redes sociales y les lees y te echas las manos a la cabeza, en fin, un abrazo, Raude

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  3. ¡Coño! ¿Y por qué no ibas a compartirlo? Pues claro que sí, tú te desahogar y el resto te leemos, coñe.
    Yo creo que al final hasta la propia literatura española corre el riesgo de convertirse en lengua muerta. A la gente no le interesa leer, aprender, conocer, solo le interesan los idiomas como herramienta de trabajo, y las redes sociales y los realities y esas mierdas, que sí, digo yo que entretendrán, pero no enseñan nada.
    Y esto va sumado al romanticismo.
    Un asco, un declive, muy desmoralizador.
    Besos.

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    1. Totalmente de acuerdo, qué hacemos para cambiarlo? jaja, besitos, guapa

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