lunes, 4 de enero de 2016

Detrás de la pantalla

Hay que ver la de mentiras que se cuentan detrás de una pantalla. Podemos decir lo que nos da la gana y nadie sabe si decimos la verdad o estamos mintiendo.

Y digo esto porque se puede jugar con los sentimientos del lector que cree todo lo que lee. ¿Alguna vez habéis visto el programa Catfish, mentiras en la red? 


Cientos, miles, millones de chicos y chicas chatean todos los días con desconocidos, los conoces en redes sociales, páginas de cualquier cosa o incluso en chats y pasan las horas muertas hablando de sus cosas, de gustos, aficiones, de como son y quienes les gustaría llegar a ser y algunas veces hasta se mandan fotos y se ven por la webcam o quedan y se conocen en la vida real.

Pero casi siempre lo hacen de forma anónima y nunca puedes estar seguro de si la otra persona es quien dice ser.

Eso es lo que pasa por ejemplo en ese programa, allí investigan a una persona para saber si le dice la verdad o no a otra que desconfía de ella y suele ocurrir que le han mentido por semanas, meses o incluso años. Es vergonzoso, aunque a mí me parece triste en realidad.


Por un lado están las mentiras piadosas, que aunque son una "cutrada" no van a ningún lado y el perjudicado al final es el tonto que las dice porque es quien se las quieres creer.


Después están las gordas, esas que comentaba antes donde una persona se vende muy bien, donde se pone estupenda físicamente, donde se comporta de tal manera maravillosa que te entra enseguida por los ojos, bueno, el ojo interior será porque de primeras no has visto foto ni nada.


Parece alguien encantador, diferente, interesante, otra cosa, sientes que puedes volver a creer en la amistad, que todavía hay personas que valen la pena y te engaña tanto que la ves cierta, verdadera y le confías todo y te hacen creer que te lo devuelven, tú te das entera, ya sin limitaciones, de corazón porque no ves más allá -y más acá tampoco-.


Pienso que se aprovechan de las personas que buscan afecto, de las inocentes, de las sinceras, de las que tienen corazones que no les caben en el pecho, de las que te dan todo si te hace falta y poco a poco te estaban chupando la sangre.


No te dabas cuenta porque son encantadoras aunque realmente detrás se esconden alimañas y cuando te han dejado sin nada, se van, sencillamente se van como si nunca hubiera pasado nada y es cuando te das cuenta de que no las conoces, que te han mentido como bellacas. 


Te han vendido una moto y tú creías que era bicicleta, que solo cuando pones distancia y lo ves en frío eres capaz de afirmar que ellas nunca te dieron nada, ni te correspondieron, simplemente te engatusaron y disimularon bien, te dieron muy poco pero tan adornado de complementos que te pareció que era todo.

Y tú te sientes estafado, con un hueco extraño de todo cuanto se llevó pero con una gran lección aprendida, nunca te puedes fiar de lo que hay detrás de la pantalla.

¿Os ha pasado algo parecido? ¿Pensáis que la gente siempre engaña por Internet?



2 comentarios:

  1. Hay mucha gente así, pero no por ello podemos dejar de ser quienes somos. Prefiero ser de las personas que dan que de las que reciben y mienten para recibir ese cariño. Siempre preferiré ser de esas personas tontas. Ánimo, espero que ese hueco se llene pronto

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  2. Muchas gracias por leer y por compartir tu opinión. También soy de esas tontas por eso nos hacen daño :) tengo aún ese huequito, pero cicatrizo pronto. Un saludo y esta es tu casa, hasta pronto.

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