lunes, 21 de marzo de 2016

Desde la sombra

Llevo meses siguiéndote la pista. Por mucho que quiera no puedo dejarte caminar sin seguir tus pasos por miedo a que tropieces, aunque sé que no quieres que este ahí, ya me lo dejaste bastante claro cuando me desterraste de tu vida sin ningún sentido.

Hay veces que me alegro de que te vaya bien, de que no halla piedras en el sendero que te entorpezcan la trayectoria pero, claro, todos las rutas tienen obstáculos. Unos mas grandes y difíciles de superar que otros, pero todos accesibles.

En ocasiones escucho tu llanto desconsolado por no poder hacer nada ante la impotencia que supone el verse atado de pies y manos; así es como me siento yo por no poder consolarte.

Otras veces me cuentan que ya no eres la misma que yo me encontré; supongo que las lecciones nos hacen cambiar y no siempre para el gusto del consumidor.

Me gusta cuando te va todo bien aunque sean las pocas veces y no las compartas porque las vives al 100% y no te entretienes en preámbulos sino en sonreír y ser feliz.

En el camino te estas encontrando muchos arbustos con los que cobijarte, pero, ¿realmente estarán preparados para cuando venga el oscuro invierno?

Los días de primavera son muy bonitos pero esos pasan, quizás te dejes llevar por su olor que hechiza el ambiente que crean todas ellas.

Deberías recordar los días fríos en los que te cobijaste en una casona diáfana con una hermosa lumbre que no seguiste atizando.
Al igual que los días de calor que te refugiaste en aquella gruta que solías frecuentar y que has dejado abandonada a su suerte por no ser capaz de apuntalarla cuando caía alguna arenilla.

Las flores se marchitan y lo mismo que te sonríen hoy, mañana te mostrarán su peor faceta, en la que ya no les interesas porque no tienen una vida larga como los arboles.
También hay algunas cuya belleza nos deja hipnotizada, pero son una amenaza para nosotros a corto o largo plazo, por activa o por pasiva, aunque prefiramos envenenarnos con su savia.

Todo ha cambiado ya desde aquel diciembre tormentoso pero aquí sigo yo, desde la sombra, protegiéndote.

8 comentarios:

  1. Siempre me es muy grato leer tu blog, saludos.

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    1. Muchísimas gracias, me alegra que te guste, lo hacemos para eso, para liberarnos y compartir con vosotros, para que os llegue y sintáis también nuestros sentimientos y palabras. Un abrazo

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  2. Por mucho que entienda ese sentimiento, sé que no es lo más sano... Dejar ir puede ser doloroso pero una vez nos desean fuera, hay que marcharse...

    Excelentes palabras...

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  3. Muchas gracias por tus palabras, que bonito. Bienvenida al blog, estás invitada a formar parte de estos amigos. Gracias por leer y dejar tus sentimientos. Un abrazo

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