jueves, 23 de junio de 2016

No todos somos iguales

Cada persona es un mundo, no sabemos por dónde puede salir, cómo reaccionar, responder y un sin fin más de incertidumbres.

Y es que en ocasiones esperamos cosas de los demás que ellos ni por asomo piensan o se les pasa por la cabeza que quisiéramos esto o aquello y como decía una joven que nunca sabía dar consejos "yo no sé lo que tú necesitas en cada momento porque no estoy en tu cabeza", y fíjate tú por donde que hasta de la persona que menos esperas aprendes algo y que razón lleva.

Todo esto viene porque días antes de mi trigésimo segundo cumpleaños -una que es de signo familiar como todos los cangrejos- me puse un poco "moñas" aunque vaya de durita por la vida y es que no es el simple hecho de cumplir y celebrar años, sino hacerlo en buena compañía por lo menos de los que quedan en cuerpo presente, y he aquí el quid de la question:
Es que la señora madre de una no es muy de celebraciones y ñoñerias, todo lo contrario a una. 
¿Qué fue lo que pasó? que al final me acabé mosqueando con ella por una estupidez en la forma de ver las cosas (por eso digo que cada persona es un mundo).
Lo importante de todo esto ¿qué es? pues que ella dio su brazo a torcer -a pesar de que, como buena tauro, es cabezona a más no poder- y yo con mi sensiblería pues también, con el consiguiente final de pasar un cumpleaños la mar de agradable, soplando las velas a temprana hora, -que para eso fui madrugadora en su día-, paseito por la playa aprovechando el comienzo del verano, comida íntima... felicitaciones de todos los seres queridos (haciéndome llegar su cariño de la mejor forma posible y con su mejor intención, unas más largas y profundas, otras más cortas y escuetas.
Algunas por las redes sociales ya conocidas (para que vamos a darles publicidad), muchas por teléfono, otras en persona... de amigos de la infancia, profesores, familiares de sangre y postizos, amigos de la otra punta del país...

Así que solo queda decirles a todos los que se han tomado un momento de su tiempo para acordarse de mí que: mil gracias por ello.
Y a los lectores que siguen este blog, gracias por dejarnos expresar con tranquilidad y respeto.

No olvidéis que con una simple palabra se puede cambiar la vida a una persona, así que intentad siempre hacer un mundo mejor al prójimo porque nos lo haremos a nosotros mismos.

4 comentarios:

  1. "No olvidéis que con una simple palabra se puede cambiar la vida a una persona..."

    Cada día te quiero más :)

    Felicidades moza

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  2. ¡Hola!
    Felicidades ^^
    Así es, todos somos un mundo, pero eso es lo bueno, porque si no nos aburriríamos mucho. Lo bueno es que pasaste un bonito día con tus seres queridos.
    ¡Un abrazo!

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